lunes, 24 de octubre de 2011

Antes Kukuxumusu que sencillos.


Kukuxumusu consigue lo que muchas empresas están empeñadas en lograr: la diferenciación. Si bien es cierto que muchas de ellas ya cuentan con esta característica, esta empresa, sin embargo, cuenta con unicidad y exclusividad a gran escala.

Es muy común ir por la calle y ver sus dibujos estampados en camisetas, sudaderas, mochilas, etc. Pero lo que sorprende no es la cantidad de gente que las lleve (que también) sino que todos somos capaces de identificarlos. 

Han sido capaces de usar el diseño de sus dibujos, convirtiéndolos en su ventaja competitiva. Hacen que el consumidor elija sus productos y no otros porque es una forma de identificarse o de descripción de su personalidad.

Es interesante, las sensaciones que crean, no sólo al consumidor directo sino también a aquellos que ven los grafismos y los chistes que sacan una sonrisa por la calle. Es evidente que no a todo el mundo le gusta, tampoco todo el mundo los entiende, pero desde luego lo que no crean es indiferencia y esa es la clave para el éxito.



Eso es lo que realmente me parece lo mejor de Kukuxumusu: su facilidad de reflejar momentos cotidianos, fiestas nacionales o verdades como templos a través de la cómica expresándolo muchas veces sólo con dibujos, otras también con texto pero se caracteriza sobre todo por eso: “una imagen vale más que mil palabras”.


Creo que no es posible reforzar mucho más lo que hacen, dado que por ello tienen una gran cifra de negocios y un puesto superior respecto de sus competidores.

Por otra parte, lo que sí podría hacer sería ampliar los productos, centrándome  en los deportes dado que en los niños y adolescentes de género masculino tendría mucha repercusión y lo potenciaría bastante. Incluso, sacaría más partidos a los complementos de chicas, de edad comprendida entre 16-25 más o menos. Y para las de más edad, hasta 65 años, incluso, haría cosas como por ejemplo carros para ir a la compra, o más productos de la casa, aunque ya tengan, lo explotaría más aún.


Kukuxumusu no tiene edad, y eso es lo fundamental para que puedan abarcar a más público y aprovecharse de todas las oportunidades, tanto del momento como de las preferencias de los consumidores.

En distribución, pondría más tiendas por España, pero quizás eso rompe un poco con el objetivo de la empresa que es, digamos, dirigirse a un público no tan masivo, como al que nos tienen acostumbrados otras.

En la estrategia digital no cambiaría nada, son muy fieles a ellos mismos y saben hacerlo de tal forma que a todos nos guste lo que ellos hacen e incluso se ganen a clientes “indirectos”, en el sentido de que muchas personas recomendarían  Kukuxumusu y sus productos aunque no sean consumidores directos.


                                       


Respecto a la disminución de ventas, creo que es debido a la situación del momento y pocas empresas han sido capaces de librarse de este “tormento”, por lo tanto seguiría siendo como son para que así, al menos, mantengan dentro de un margen sus ventas y si fuera preocupante quizás orientaría de nuevo a la empresa, reestructuraría el enfoque al público e incluso añadiría nuevos diseños, entendiendo como nuevos a una imagen diferente, dentro de lo que ellos son.

Todo esto, siempre y cuando nunca nos salgamos del “mundo Kukuxumusu” que es, lo mires por dónde lo mires, exclusivo. Sólo unos pocos lo entienden. Pero muchos lo disfrutan.

¡Muchos Kukuxumusus!



María Peña Bote


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